• El Ibal solicitó ante Cortolima un permiso de concesión de aguas superficiales de la quebrada Corazón junto con los trámites de ocupación de cauce y aprovechamiento forestal.
• Al trámite se le impartió el procedimiento signado en el Decreto 1076 de 2015 y demás normas concordantes cumpliendo con una evaluación técnica y jurídica.
• Dentro de la evaluación técnica, profesionales adscritos a las Subdirecciones de Administración de Recursos Naturales y de Planificación Ambiental de Cortolima, estudiaron el caudal medio año seco, el caudal ecológico y los caudales ya otorgados.
• El estudio arrojó que la quebrada solo tiene de disponibilidad 238 litros por segundo y el Ibal solicitó 357 litros por segundo, es decir, 119 litros por encima de la oferta que tiene la quebrada, por eso el permiso se negó.
• El proyecto buscaba contar con este afluente para fortalecer el suministro de agua en Ibagué, para no depender directamente de la cuenca del río Combeima, pero los estudios técnicos fueron contundentes: no da la cantidad de agua que proyectaron.
• El problema de agua potable en la capital del Tolima es complejo y requiere de diferentes acciones a corto, mediano y largo plazo que conduzcan a una solución integral.
• Cortolima ha apoyado la investigación de alternativas para la ciudad, como se viene realizando con la Evaluación Regional del Agua, Planes de manejo y conservación de áreas protegidas, el Plan de Manejo Ambiental del Acuífero de Ibagué y la puesta en marcha de las estaciones hidrometeorológicas para seguimiento oferta de agua en el departamento.
Audio: Olga Lucía Alfonso, Directora General de Cortolima